«Soy Beatriz Alonso, alumni de la generación 2018, Química agrícola-medioambiental de profesión, docente de vocación. Mi semana se divide dando clase de química en Bachillerato Tecnológico Ánima y el Colegio Semiario e investigando en el CURE Rocha en el marco de la Maestría en Ciencias Ambientales. Con una pata y una parte del corazón de cada lado, atomizo a mis estudiantes con las cosas que aprendo tanto en mis clases en facultad como en el laboratorio, y a mis compañeros de laboratorio con las anécdotas de mis estudiantes. No ha sido un camino fácil aprender a balancear mis dos pasiones, pero el paso por Enseña y el acompañamiento de Mica en el primer año del viaje de la maestría fueron esenciales.
Hace tres años, por los pasillos de Ánima se podrían encontrar gran cantidad de cáscaras de mandarina y papeles. Luego de trabajar la temática residuos en clase, los estudiantes plantearon ideas para poder reducirlo. Y ahí, con el aporte de todos adentro del salón surgió el proyecto Ánima Clasifica. Surgió organizando un concurso de clasificación de papeles entre las clases, que en algún momento al avanzar el año se nos pinchó. Pero el segundo año el proyecto tomó más fuerza, con ABP en el salón y trabajo interdisciplinario logramos cosas asombrosas. Los estudiantes presentaron a dirección diseños y evaluación de costos para hacernos cargo de nuestros residuos orgánicos, investigaron y propusieron estrategias para comenzar a clasificar residuos en sus empresas formadoras, hasta reciclaron papel para hacer más sustentable nuestra jornada de fin de año. Tan grande fue la movida que se consiguieron donaciones de tachos para comenzar a clasificar residuos y que el proyecto saliera del salón hacia todo el liceo. En este 2020 tan especial, viendo a nuestros estudiantes cada 15 días, parecía difícil continuar con el camino que veníamos recorriendo. Pero surgió la propuesta de presentarnos al Premio Uruguay Circular, que reconoce a empresas e instituciones que fomenten la Economía Circular. Los estudiantes que cursaban química investigaron el trabajo de sus compañeros los años anteriores para conectar con la propuesta del proyecto y realizaron la postulación. Cuando nos enteramos que habíamos ganado no lo podíamos creer, este reconocimiento nos da fuerzas tanto a los estudiantes como al equipo que está involucrado en Ánima Clasifica para seguir creciendo.
Luego de estos años trabajando codo a codo con mis estudiantes puedo asegurar que cuando están motivados pueden lograr lo que se propongan, y lo que se proponen puede ser maravilloso. Pero lo más importante para que esto suceda es dejar que ellos sean los protagonistas de nuestra clase y permitirnos aprender de ellos.
Después de lo recorrido puedo decir que soy una convencida que el trabajo interdisciplinario es el camino, ¿Quién iba a decir que química y análisis y producción de textos podían ser tan complementarias? No solo en proyectos o entregas, si no en el día a día del salón de clase.» – Beatriz Alonso, Alumni 2018